El principal atractivo de esta joya natural es el hecho de que aún la industria hotelera no ha metido mano en el lugar, el último núcleo costero tradicional del suroeste de Tenerife.
El complejo turístico de capital belga “Cuna del alma”, con 420 residencias de lujo y una superficie de 437.000 m2 amenaza con ser la estocada final a dos espacios naturales protegidos ya de por sí muy castigados por la presión turística: El Sitio de Interés Científico de La Caleta y la ZEC Franja Marina Teno-Rasca (espacio protegido a nivel comunitario).
La construcción de este complejo, emplazado en un barranco con formaciones vegetales y geológicas de alto valor, terminaría por acorralar por completo un espacio natural que en las últimas décadas viene siendo rodeado por el avance de la urbanización.
Este paraíso es frecuentado y apreciado tanto por la población residente como por la visitante, que acude precisamente a este el lugar para poder disfrutar de lo que se nos ha sido arrebatado en en el resto del sur de Tenerife, una costa libre de masificaciones. Este proyecto destruirá el alma del lugar, más que una cuna será su tumba.
La isla ya goza de una infraestructura hotelera de primer nivel para abastecer a los turistas que sean necesarios, necesitamos diversificar la economía de la isla, no condenar los pocos lugares visitables en cuanto a naturaleza se refiere para ofrecer más de lo mismo, restándonos singularidad y diversidad frente a otros destinos turísticos mundiales.
Firma y ayúdanos a detener este atentado.
